Nos hemos esforzado en aguantar hasta el final del piloto esperando...
Esperando, esperando... un indicio de vida, un destello de ingenio,un giño, ALGO.
¡Vaya tostón de serie! ¡Vaya capítulo piloto! ¿Se puede saber quién aprueba los pilotos para seguir rodando?
Está bien hecha y se nota calidad en la manera de filmar pero todo esto hace referencia al continente y sabemos que no somos de continente sino de contenido.
Narra con muchas idas y venidas temporales la historia de esta pareja cuyo enlace fue más creativo que vital. Podríamos decir que se trató de una dependencia por ambos lados por razones muy diferentes. Él encontró la gallina de los huevos de oro pues su aparente genialidad se materializaba a través de ella que, a la perfección comprendía lo que su marido pretendía transmitir. Era como tener un traductor a mano.
Ella, lo necesitaba por diferentes razones. Una mujer siempre ha pecado de lo mismo a través de la historia y más si nos remitimos a los años que recrea la serie.
Pero la pareja de creadores tan alabada por la crítica y tachada de genial a nosotros nos parece de lo más normal y corriente del mundo. DE verdad que no le encontramos ni a la pareja ni a la serie ese punto extraordinario que tanto se remarca. A saber quién es el creador y los contactos que tiene, igual que a saber quiénes fueron estos dos pájaros y los contactos de los que tiraron para entrar en escena.
La serie hace gala de la inexistencia de valor alguno para el crecimiento personal. Expone la vida de dos personas absolutamente normales pero supuestamente creativos que sólo contribuyen al show business del entertainment. Ni rastro de intelectualidad, inconformismo con el establishment o sondear las profundidades del ser humano. Eso sí, mucho baile, muchas luces y puesta en escena.
Dista mucho de lo que en CEC entendemos como una buena serie y, una vez más. no coincidimos con la crítica experta... ¿Por qué será?
